Rumbo a mi trabajo en la mañana me encontré con mucho tráfico, probablemente no fui el único que habrá pensado "ash de dónde sale tanto carro", "voy a llegar tarde". Quejarse es fácil pero nunca nos ponemos a pensar si eso trae consecuencias y sobre todo, las quejas no van acompañadas de soluciones concretas.
Hace muchos años cuando el pueblo de Israel iba rumbo a la tierra prometida, empezaron a quejarse de andar por el desierto, ¿qué pasó? ningún quejistos mayor de 20 años entró a la tierra prometida. Quejarse es propio de los niños, se espera por naturaleza que ellos se quejen. "Comentaba una niña: cuándo uno está pequeñito quieren que hable y camine pronto, pero cuando uno ya lo hace quieren que se esté sentado y callado", "a qué horas vamos a llegar", "los vegetales no me gustan", etc. Pero los adultos deberíamos haber superado ser quejosos si vemos que hay demasiadas razones para dar gracias a Dios.
Por los impuestos que pago porque eso significa que tengo trabajo.
Por la ropa que me queda apretada porque tengo suficiente para comer.
Por mi sombra que me mira trabajar porque eso significa que estoy afuera en la luz del sol.
Por el jardin que necesita mantenimiento, ventanas que necesitan lavarse y reparaciones que hay que hacer porque eso significa que tengo un hogar.
Por el estacionamiento que encuentro lejos porque eso significa que puedo caminar.
Por todas las quejas que oigo de nuestro gobierno porque eso significa que hay libertad.
Por el pago de la luz y el agua porque eso significa que tuve agua a mi alcance y electricidad para mantenerme caliente en el invierno y fresco en el verano.
Por la dama sentada detrás de mi en la Iglesia que canta en la nota equivocada porque se que puedo oír.
Por los montones de ropa esperando que se laven y planchen porque significa que mis seres queridos están cerca y tienen con qué cubrir sus cuerpos.
Por la alarma que suena temprano cada día porque se que estoy vivo.
Por el cansancio y los músculos doloridos al final del dia, porque significa que he sido productivo.
Por todo esto y muchas cosas más, aquellas que Dios nos regala y pasamos muchas veces inadvertidas. Y más aún por las oraciones que aún esperan su respuesta pues significa que aún tenemos esperanza de un nuevo día.
Hace aproximadamente un año o un poco más, mi novio me hizo ver que soy demasiado quejista y que tiendo a expresarme mal de lo que me pasa, lo que oigo, etc. A partir de esa observación me he vuelto mucho más tolerante de lo que ya soy por naturaleza, más positiva, más optimista y realmente me ha ayudado mucho a sobrellevar las cosas. Como tú bien dices cosas como el tráfico, una pila de trastes sucios, una situación inesperada y molesta, tienden a sacar el mal ánimo >.< pero lo más inteligente que puedo hacer por mi salud mental, física y espiritual es tomármelo con calma, respirar y ver lo positivo, con quejarme nada puedo solucionar :)
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