Pequeñas grandes cosas

Veía recientemente una de mis películas favoritas: Click(1), se me hace imposible después de verla dejar de pensar cuantas personas tendremos un control remoto similar, para cada uno puede tener diferentes formas, pero todas con el mismo fin: ocupar el lugar de las cosas importantes.

Ir a la iglesia y dedicar tiempo para agradecer las bendiciones que Dios te da, jugar con tus hijos, disfrutar con la familiar, estudiar para un examen, hacer un recuerdo inolvidable para tu esposa, o novia, ayudar a cruzar la calle a un anciano, usar la pasarela cuando la hay, ceder el paso, dar el asiento del bus a los ancianos o embarazadas, cuidar tu salud, reciclar, ahorrar para el futuro, conquistar a tu pareja cada día..... miles de ejemplos se me vienen a la mente y para cada uno de ellos varias excusas del por qué no se hacen.

En la película, el actor invierte su vida haciendo según su punto de vista, cosas que harán mejor la vida de su familia, y en el proceso se pierde de los momentos importantes en los que bastaba asistir a la graduación de su hija, el cumpleaños de su padre, abrazar a su esposa, etc. Finalmente, justo en su último respiro recibe una segunda oportunidad, ya aprendió la lección y aunque no lo vemos, se supone que entonces si lo hará bien.

En la vida real, muchas personas (pienso yo) hasta que las cosas les suceden aprenden la lección, pero ¿por qué debería ser así? En nuestra vida real, no tenemos segundas oportunidades para retroceder el tiempo y comenzar desde cero. Pero si existen, y debemos aprovecharlas, Dios te permite tener una segunda oportunidad, una nueva vida cuando le entregas tu vida, más aún, cada día de vida que tengas, es una nueva oportunidad para hacer pequeñas grandes cosas: abraza, ríe, canta, llora, da lo mejor de tí en lo que hagas, da las gracias, saluda, ama y no pierdas los momentos que valen la pena por aquellos que son suspicious pointer.

(1): para quiénes no la conocen se las recomiendo, dicho sea de paso hoy es el cumpleaños del actor principal.