Buscar un rato cada día para estar los dos solos y conversar.
Como cada día, la niña Rosita puntual a las 6 de la tarde se sentaba a ver la novela, sería la quinta o sexta del día, su hija de apenas 5 añitos seguía fielmente el mismo ritual. Juan el esposo sigue el patrón los fines de semana cuando no está ebrio, dedica su tiempo al fútbol sin prestarle atención a las amistades de su hijo mayor de 14 años.
No necesitamos estar en un escenario tan dramático para darse cuenta que hay problemas en la familia, he visto parejas poco a poco se van alejando porque tienen tiempo para todo menos a ellos mismos, y no es falta de amor porque el esposo podría justificar "yo no pasó en casa porque trabajo tanto para que a mis hijos y mi esposa no les falten nada" y la esposa podría decir "aparte que trabajo todavía vengo a cocinar y revisar las tareas".
Recuerdas cuando te enamoraste de tu pareja, al principio cuando eran novios, querían verse a toda hora todos los días ¿cierto? al menos es mi caso, o las interminables horas hablando por teléfono o chateando, pues el matrimonio es como si te cumplieran el deseo, pueden verse todos los días con total libertad de los padres, hablar todos los días y todavía te ahorras la cuenta del teléfono ¿entonces por qué no hacerlo?
La vida en pareja no se trata de escoger que será para pagar cuentas, tener hijos, ver el fútbol los domingos, satisfacer deseos sexuales, tener quien te haga las cosas, conseguir un proveedor de tus necesidades.........aislada o selectivamente, yo lo entiendo como una relación en la cual dos personas se unen por amor para compartir sonrisas, lágrimas, planes, sueños, alcanzar metas, disfrutar de un abrazo calientito, una mirada alentadora, un te amo al oído, esas vocecitas diciendo papá/mamá, llenar muchos álbumes con todos aquellos pequeños grandes momentos de la vida, ser una familia y honrar a Dios por una temporada llamada vida.
Mucha gente cree (y me doy cuenta de eso) que las demás personas son adivinas, asumen que las cosas se dan por entendido o tienden a esperar que todo irá como piensan. "Hay un tiempo para todo..." (Eclesiastés 3:1), si hay un tiempo para todo, dedícale tiempo a tu pareja, tiempo que no te lo pueden robar los problemas, las cuentas, ni tus hijos y muchos menos lo demás irrelevante, disfruten de la íntima compañía, hablen de todo y pasenselo bien juntos, creen situaciones agradables que se conviertan en buenos recuerdos futuros y sobre todo, conversar no es asumir.
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