No le salían plumitas sólo porque Dios es grande, su comida favorita toda la vida fue el pollito. Su madre, una consentidora como no había otra, solía preparárselo justo como a él le gustaba.
Una mañana de lunes listo para ir al colegio:
Lukaz: ¿mamá qué me pusiste para llevar?
Mamá: sandwich de pollo!
Lukaz: siiiiiiiiiiiiiiii sandwich de pollo
Martes:
Lukaz: ¿mamá qué me pusiste para llevar?
Mamá: sandwich de pollo!
Lukaz: yeiiiii sandwich de pollo
Miércoles:
Lukaz: ¿mamá qué me pusiste?
Mamá: sandwich de pollo!
Lukaz: wii, sandwich de pollo
Jueves:
Lukaz: ¿mamá qué, llevar?
Mamá: sandwich de pollo!
Lukaz: sandwich de pollo
Viernes:
Lukaz: ¿mamá pusiste, llevar, qué?
Mamá: sandwich de pollo!
Lukaz:............
Así terminó la semana y luego de un descansado fin de semana, comenzó el lunes nuevamente:
Lukaz: ¿mamá qué me pusiste para llevar?
Mamá: sandwich de polo!
Lukaz: siiiiiiiiiiiiiiii sandwich de pollo
Lukaz tenía una forma diferente de ver cada situación, si algo no soportaba era la rutina, pero sobre eso él podía sacar lo positivo de la vida. Esta forma de vivir me llevó a mi a aprender muchas cosas, muchas veces solemos caer en muchas rutinas, algunas tan simples como siempre usar las mismas rutas para ir al trabajo, el mismo día para ir al super, visitar el mismo banco, cocinar siempre de la misma manera, a las más complejas como la forma de pensar, de vivir, de actuar, reaccionar ante determinadas situaciones, educar a los hijos.
Dios nos regaló algo tan increíble como lo es: la imaginación.
La gente se sigue preguntando porque obtiene los mismos resultados cuando sigue haciendo las mismas cosas, no esperes un mejor trabajo si no creas la oportunidad, no esperes conseguir pareja sin la determinación para conquistarla, no esperes que Dios te regale un milagro sin conocerlo. Y cuando no logres hacer algo o cuando las cosas no tienen sentido, comienza nuevamente dándole otro enfoque, reinventa y disfruta tu sandwich de pollo.
Rutinas necesarias!! no por eso deben ser aburridas ;)
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