20 factores para un matrimonio exitoso: #7

Utilizar recursos para mantener la relación en buen estado

Habían pasado 15 años desde aquella primera vez que se dijeron "hola", Luis estaba emocionado, su hija tenía una presentación en la obra de teatro del colegio, iba apurado, no era para menos ya que Luis tenía la tarea importante de fotógrafo, Sonia le acompañaba, era un día muy especial para ambos. La obra terminó con éxito, de regreso pasan por un restaurante para celebrarlo, las risas eran el postre de aquella familia.

En otro punto de la ciudad Marta esperaba a su esposo con una cena especial. Wooow pensaba, 25 años de matrimonio, toda una vida junto a Raúl, a pesar que no todos los momentos fueron felices, no fue nada se decía a sí misma, nada que cualquier pareja no haya pasado, los momentos felices pesan muchísimo más que el resto. Marta se sorprende al ver ese hermoso ramo de flores que acompañaba a su esposo, lágrimas de alegría le ponían sazón al tibio abrazo que le siguió.

Guadalupe gustaba verse bien, como toda mujer: coqueta por naturaleza, solía dar paseos junto a su esposo, en su interior sentía mucho orgullo ir luciendo a su familia, quizás nada especial para el resto de la gente, caminatas por el parque con Esoj, "a que no me alcanzas" decía mientras se alejaba corriendo sensualmente, entonces Esoj iba tras ella. A veces un día de campo con los hijos o visitando algún amigo. Durante la semana hacían actividades varias, ir al cine, al gimnasio o clases de baile y sobre todo ir a la iglesia, su guía venía de Dios.

Las tres parejas tenían mucho en común, las conocí durante mucho tiempo para saber que todos los lunes tenían que levantarse temprano para ir a trabajar, cada mes llegaban puntualmente las desagradables cuentas que pagar, y también tenían aquellas actividades rutinarias: hacer las compras del super, dejar y traer los hijos en el colegio, ver las noticias todos los días a la misma hora. Situaciones rutinarias pero necesarias, y enmedio de todas todavía eran capaces de sacar tiempo que dedicaban a ellos, a su relación, pequeños detalles que a lo largo de su vida en pareja mantuvieron viva la llama de su amor.

No tienes que comprar las mejores joyas para sorprender a tu esposa, claro si puedes hacerlo adelante, pero soy fiel creyente que la constancia tiene mejores resultados que los grandes detalles esporádicos. No dejas de tener citas cuando se casan sino porque no toman el tiempo para hacerlo; no dejas de regalar rosas porque ya la conquistaste sino porque te limitas a fechas específicas; no dejas de conquistar porque ya conquistaste sino porque das todo por sentado. ¿Por qué lo mejor debería darse en el noviazgo?¿Por qué el matrimonio debería esperar menos que eso? Yo pienso que si avanzamos a la siguiente etapa del noviazgo, todo debería avanzar: el amor, el respeto, la comunicación, los detalles, las risas, las sorpresas....... sino mejor nos quedamos de novios.