Las historias no contadas de Lukaz: las canicas

Eran cinco niños que andarían por la misma edad, 10 años probablemente, de entre todos ellos Lukaz se destacaba en jugar a las canicas o chibolas, era el juego de la temporada y muchos otros curiosos de colonias lejanas habían hecho la peregrinación para no perderse el evento. El juego era simple en realidad, se dibujaba un círculo en el suelo dentro del cual se colocaban las canicas, cada jugador ponía la misma cantidad y con la mano arrogaban una al centro tratando de sacar del círculo la mayoría, ganaba el que sacara más.
Comenzó el juego, el vidrio sonaba al compás de los gritos de la multitud, una a una las canicas eran sacadas del círculo, Lukaz iba a la cabeza y su mejor amigo Esoj le seguía muy de cerca. Al final mi estimado Lukaz se había llevado el triunfo compartiendo el podio con Esoj. La gente emocionada lo felicitaba, querían darle la mano al campeón pero él se negaba agradeciendo solamente, "es un creído", "que orgulloso" murmuraba la gente, uno tras otro se fueron hasta quedar los amigos más cercanos a él, tampoco les dio la mano, a mi no me la dio, pero sabíamos la razón.
Cada tarde después de hacer las tareas, Lukaz se iba a practicar sus mejores tiros, todo esto le costó un precio, aquellos dedos hinchados de practicar, practicar y practicar no habrían resistido un juego más. En ese momento entendí dos grandes lecciones que me han servido toda la vida: primero, hay muchas personas exitosas que lo han conseguido a base de mucho esfuerzo y dedicación, esperar acostarse una noche cualquiera y despertarse a la mañana siguiente teniendo un don que te cambie la vida es poco probable. Si quieres ser bueno  en [pon aquí tu deseo] sigue haciendo lo mismo que haces ahora, pero si quieres ser el mejor empieza a trabajar para lograrlo. Quieres que tus hijos sean los mejore pues empieza tú por ser el mejor padre, la mejor madre; quieres tener un mejor empleo, prepárate como mínimo en lo que sabes piden las empresas como básico pero ve más allá de lo que piden; quieres la mejor esposa o el mejor esposo, vuélvete tú también en la mejor pareja ¿o crees que si tu pareja es la mejor querría algo menos de ti?; quieres ser el mejor estudiante, no pierdas el tiempo en cosas irrelevantes. El éxito no llega solo, tienes que dar todo de ti y cuando tus fuerzas no son suficientes puedes confiar que Dios ha estado ahí contigo para sostenerte.
Y segundo, probablemente para ser el mejor te van a etiquetar de muchas maneras porque no haces esto que está de moda, porque no te vistes de tal forma, porque no vas a X lugar, porque no hablas como los demás, etc. Puede parecer una forma bastante severa de vivir, pero a la larga tiene sus recompensas, si una persona no va enseñarme nada positivo, si no voy aprender nada bueno de él o ella, ¿por qué debería interesarme en conocerla? en cambio deberías rodearte de aquellas personas que también quieren ser los mejores, porque ten por seguro encontrarás en ellos también el apoyo necesario para continuar y lo más importante, no te harán retroceder a donde ya estuviste.

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