En mi vida siempre he estado rodeado de mujeres, puedo sentirme afortunado porque me han consentido sin esperar nada a cambio. La primera mujer que me amó, mi madre, me enseñó a respetar a las demás personas, a valorar sin hacer discriminación de ningún tipo. Mi abuelita, hermanas, primas, compañeras de colegio, ahora mi novia y algún día si Dios así lo quiere: mi hija; toda la vida me rodearán mujeres.
He aprendido que son tan fuertes como para llevar en sus vientres por 9 meses una nueva vida, pero frágiles para bajar la guardia tan fácilmente ante un abrazo, un beso, una caricia, un te amo. Me enseñaron y aprendí a valorar a las mujeres, y aunque me parece es puro sentido común [el cual sostengo: no es tan común], las mujeres son las primeras que deben sentirse valiosas, pero no solamente sentirlo sino también vivirlo. Tu alma es valiosa para Dios, cuídala para Él, tus sentimientos serán valiosos para la persona indicada, espera por él, tu cuerpo no lo respetarán si tu misma no lo respetas, guárdalo para tu media naranja, tu vida es valiosa para quienes verdaderamente te aman, no la desperdicies con quienes no la valoran. Si no te valoras tu misma, no esperes que los demás lo hagan.
Y nunca es tarde para empezar de nuevo, extiende tu mano a Dios:
Y nunca es tarde para empezar de nuevo, extiende tu mano a Dios:
Muy buena valoración a las mujeres en tiempos donde la mujer a permitido que no se le valore desde el momento que ella misma no lo hace
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