Como salir del yo no puedo: Vida

He escuchado tantas veces el dicho "Cuando llegué a la repartición de [ponga aquí su palabra] ya no había para mí", así o parecido. Si, también yo la he usado más de alguna vez con el denominador común de no poder hacer algo tan bien como quisiera o simplemente no poder hacerlo y otras porque alguien más lo hace mejor, entonces debemos decidir entre volverlo a intentar o rendirnos.

Ahorita mismo tengo ese dilema, quiero seguir escribiendo y llevar a cabo mis demás proyectos pero me falta el tiempo para hacerlos y al final termino cayendo en el yo no puedo. Eso me ha llevado a escribir una serie llamada "Como salir del yo no puedo" con la intención de ayudarme a mí mismo, encontrar el tiempo para cada cosa, aprender de las experiencias y errores cometidos.

Pocas personas lo saben, cumplía 3 añitos de vida, probablemente sea el recuerdo mas lejano que tengo, jugaba con un carrito militar de plástico que tengo la sensación era de mis favoritos junto a una espátula (sin comentarios) que no se lo prestaba a nadie, así que mi vocación era policía o pastelero supongo. Era un niño común y corriente para todos menos para mis papás y mi abuelita quien cuidó de mí desde siempre.

En algún punto de esa mañana la tierra se movió, las sirenas sonaron por doquier, los gritos de niños y mujeres asustaron a mi abuelita mientras planchaba ropa, yo jugaba sobre el lavadero, lentamente  el cielo se iba poniendo borroso, caí dentro de la pila y como en las películas pasaron delante de mi todos los grandes recuerdos de mi vida: cuando caminé por primera vez, cuando dije mi primer palabra y el momento que recibí mi carrito militar :D. Los segundos comenzaron y en mi impotencia vi como era incapaz de salir por mi mismo, bastaron unos segundos nada más para que Dios construyera todo un plan para mí. De pronto dos manos me sacaron del agua dándome una nueva oportunidad de vida, yo no podía salir pero Dios si pudo sacarme.
Hoy en día puedo darme cuenta que muchas veces he caído en la pila, he estado tantas veces dentro del agua sin poder salir por mis propios medios sin recordar quien está a mi lado con sus manos abiertas desde siempre para sacarme. ¿Cuál sería tu pila? Un vicio, una relación a escondidas, temor de arriesgarte por algo, no sentirte preparado para un mejor trabajo, ya no hay comunicación con tus hijos...
Podría seguir el resto de mis días repitiendo el dicho del inicio una y otra vez, pero eso es exactamente lo que voy evitar. Dios me regaló ese día una nueva oportunidad como lo ha hecho también este día, mientras tenga vida no tengo porque rendirme, porque si yo no puedo, Dios si puede, porque nada hay imposible para Dios (Lucas 1:37).