Como salir del yo no puedo: matemáticas

Ocurrió una tarde de sábado durante la navidad del año mil novecientos noventa y algo, apareció mi papá bajándose de un taxi con una cajota, bueno para mí en aquel tiempo me resultó grandota. ¡Woow! no lo podía creer, por fin un televisor, nuestro primer televisor, claro era blanco y negro y de 12 pulgadas, pero televisor al fin que hizo esa navidad una de las "mejores" en mi fugaz infancia.
Pronto, el inicio de clases me sacó del modo zombie, comenzaría el tercer grado y por azares del destino me tocaba estudiar por la tarde. Mientras yo estaba en clases haciendo planas el resto de mis amigos disfrutaban viendo caricaturas. Me enojaba escucharlos contarse que Spiderman venció al villano tal, que los Caballeros de Zodiaco estuvieron inolvidables, que Batman quedó en continuación.
Un día se me ocurrió la "brillante" idea de jugar al enfermo simplemente porque quería quedarme en casa a ver caricaturas [gran error x1], resultó que justo ese día la profesora de matemáticas enseñó las "divisiones". Al siguiente día sin pena ni gloria iba yo nuevamente a clases, milagrosamente me había curado en tan solo una tarde jeje. 
Ah la escuela!, recuerdo esos pupitres como si hubiera sido hace 20 años jajaja, eran como asientos de buses, para dos personas, el que llegaba primero se sentaba junto a la pared lo cual era muy cómodo para recostarse y relajarse en aquellas clases aburridas como mate, lenguaje, sociales, caligrafía, manualidades y todas las demás a excepción de educación física.
Justo al llegar pregunté si había tarea, y sí (chan chan chan chaaaan), habían dejado 5 divisiones las cuales ni lento ni perezoso me dispuse a copiar [gran error x2]. A la mitad de clase la profesora comenzó a pasarnos a la pizarra, a cada uno le repartía 5 papelitos, en un lado tenía escrita una división, del otro lado la respuesta, entonces debíamos tomar el papel mostrando la respuesta a los compañeros, leer la división y responder. Inexplicablemente le acerté a una de cinco, aunque no me salvé de explicar como había resuelto la tarea y no pude contestarlas.
Sinceramente fue bastante humillante ver como se reían de mis adivinanzas con las respuestas. ¡Las matemáticas apestan! Eso pensé en mi interior, no quería saber nada de ellas, total yo voy a ser bombero, policía, el ayudante de Spiderman o el sucesor de Batman, ellos no necesitan saber matemáticas, son super héroes (carita de puchero recién regañado).

El mensaje no es ser el/la mejor en matemáticas, ni mucho menos buscar una ocupación donde se piense que no vamos usarlas, simplemente porque no te puedes divorciar de ellas, sino cómo le ayudas a tus hijos con sus tareas, como sabes que no te están descontando demás, que te dieron bien el "vuelto", sacar cuántos días faltan para vacaciones, obtener tu edad y muchos más casos tan sencillos donde hay que aplicar algún cálculo matemático. 

La moraleja no está ni cerca de ser sobre números, cálculos y ecuaciones. Lo que aprendí ese día se trata de estar en el lugar y momento correcto, donde se supone que deberías estar, cualquier distracción puede desviarnos del camino, lo más seguro es que lo disfrutemos en ese momento, pero a la larga terminaremos pagando el costo de oportunidad (humillación en clases por disfrutar viendo caricaturas en lugar de asistir). ¿Qué cosas menos importantes estarán ocupando nuestro tiempo, recursos y vida que hacen no podamos resolver las divisiones? ¿A dónde querrá Dios que estemos mientras intentamos engañarlo haciéndonos los enfermos? 

Con las matemática, todo es un mito, escucho frecuentemente que "son difíciles"; desde mi punto de vista creo que se le teme a lo desconocido. Lo dice alguien que no podía siquiera resolver cuánto es 10 entre 2 (carita de pena), y años más tarde terminaría estudiando ingeniería y pasando esas materias sin problema [porque nada hay imposible para Dios. Lucas 1:37].

Comentarios

  1. Jiji como me encantan las historias de tu infancia, como me identifico con el: las matemáticas apestan! pasé 4 mates, 3 físicas, métodos probabilísticos, mop, análisis numéricos y otras tantas y sigo pensando wakala las matemáticas jajaja. No niego su importancia, y la satisfacción de entender tantas cosas, solo digo que a veces los números ... iugh jiji

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